
¿Se han puesto a pensar cuantas cosas nos suceden todos los días por causa del poder y del dinero? Desde lo más simple hasta lo más trágico. ¿Cuántos matrimonios conoces que juegan al “juego del poder”, hasta que uno de los dos se cansa y el matrimonio se termina? ¿Y cuántos conoces que terminan porque se acabo el dinero o porque llego el dinero a sus vidas? ¿Y qué tal los políticos? Aquellos que parecía que por fin iban a cambiar las cosas para bien del país y quedaron enfermos de poder. Y ni hablar de talentosos deportistas que al ser “agarrados a billetazos” por los grandes inversionistas del mundo, pierden el piso, su salud, su familia y en ocasiones hasta su vida!!!
Y esto se repite en las empresas, en las organizaciones, en los clubes, en las religiones, etc.
Muchas personas creen que el éxito en la vida está ligado al Poder y/o al Dinero, por lo que pasan todas sus vidas buscando tener una o ambas cosas. Muchos no lo consiguen, ni una ni la otra, algunos logran una de las dos, pero no son felices porque también desean conseguir la otra. Y así se la pasan… desesperadamente buscando algo que no tienen. Y olvidando lo que si tienen y que es realmente valioso: Sus familias, sus amigos, su salud, su tiempo, su espíritu, por nombrar algunos
He escuchado algunas personas decir, “yo prefiero tener dinero”, otras dicen “yo prefiero tener poder”, sin embargo he notado que al conseguirlo no son felices. Incluso hay un sentimiento oculto que los hace estar seguros que al conseguir dinero, tendrán poder y viceversa.
Todos los días el consumismo nos bombardea con miles de productos y servicios que “creemos necesitar”. La realidad es que vivimos condicionados a necesidades creadas por las grandes campañas publicitarias que se proyectan constantemente en nuestra vida. Entonces deseamos tener Dinero para Poder adquirir los productos y servicios que creemos necesitar. Lo que es peor, es que creemos que tenemos el dinero y lo adquirimos a crédito!!!
¿Cuántas veces han escuchado a alguien decir que si no lo compra a meses o pagos, “no se hace de sus cosas”? Y lo que es peor, adquiere el producto y una deuda a meses, pero lo celebra como si se lo hubieran regalado!!! Y al final comenta: “en realidad me lo merezco, porque trabajo todo el día para darme mis gustos”
¿Les parece familiar? Todos, al menos en alguna ocasión, lo hemos hecho.
La verdad es que nadie nos enseña a tener la madurez emocional para actuar responsablemente sobre nuestras emociones, situaciones y problemáticas. El Dinero y el Poder son solo “placebos” que esconden lo que realmente nos hace falta. Los seres humanos vivimos constantemente lo que en Psicoterapia se conoce como el ciclo de la experiencia. Este empieza cuando logramos identificar una sensación, que nos indica que existe un sentimiento y/o una necesidad no atendida. Al estar consciente de la necesidad no atendida, es necesario encontrar el satisfactor que cubre la necesidad identificada. Parece sencillo, no lo creen?, sin embargo nuestra falta de madurez emocional no nos permite llevar este sencillo ciclo de manera natural. El miedo a enfrentar la verdadera necesidad no atendida, nos desvía del camino al satisfactor, guiándonos a otro muy diferente, el cual por supuesto ocasionara en algunos casos una satisfacción momentánea, en ocasiones muy corta, lo cual hará que la sensación se vuelva a manifestar y se repita el ciclo.
Así que aquel que busca y logra el Poder para intentar satisfacer una necesidad no identificada correctamente, por la causa que quieran, entrara a un ciclo repetitivo y destructivo que lo llevara a enfermarse de Poder. Lo peor es que la cura para esta enfermedad no se encuentra en la farmacia. Y lo más terrible, es que si por alguna razón pierde el poder, puede llegar a situaciones extremadamente trágicas: desde la depresión profunda hasta el suicidio y/o la muerte.
Respecto al que logra enriquecerse y vivir con abundancia financiera, no necesariamente es feliz, normalmente cae en el mismo círculo vicioso descrito en el párrafo anterior, si es que uso el dinero como “placebo” sustituyendo al satisfactor real. Es muy probable que viva “cuidándose” todo el tiempo de los demás, pague grandes cantidades de dinero para “vivir con seguridad” e incluso viva un poco paranoico de que las personas que lo rodean estén a su lado por el dinero que posee.
Y aun peor, los que con Dinero y/o Poder, intentan “comprar” el amor, la salud y la felicidad. Este es el claro ejemplo de una necesidad no satisfecha con el satisfactor correcto.
Hace casi 20 años me entere de una historia trágica que le sucedió a una de las familias más exitosas de México. El abuelo, que en ese tiempo era considerado una de las personas más ricas en México, viajo con su hija, su yerno y sus 3 nietos a una ciudad de USA a pasar unas vacaciones en una de sus casas de playa. Durante esas vacaciones fueron a comer a un restaurante de mariscos. Y después de esa comida, perdió la vida su hija. Uno de los mariscos estaba mal y le causo la muerte. Fue en cuestión de minutos y nadie pudo hacer nada. La familia entera quedo afectada de por vida. Sus hijos vieron morir a su madre enfrente de ellos. Reino la impotencia total… ni con todo el dinero del mundo se podría salvar su vida. Y el dinero no pudo sanar el impacto doloroso que ocasiono en sus vidas el trágico acontecimiento.

Cuando me lo contaron, me entristecí muchísimo, yo conozco personalmente al esposo y a los hijos de esta mujer que perdió la vida de esta manera tan trágica. Y también aprendí una gran lección: El Dinero no es más que un instrumento, que en ocasiones te puede ayudar y en otras no.
Hablando del poder, les contare que tampoco ayuda mucho a situaciones trágicas. Hace algunos años tuve la oportunidad de ser parte de una gran empresa. Mi puesto directivo era uno de esos que llaman “estratégicos”. Junto con el puesto, venia una gran responsabilidad, grandes objetivos y retos. Y escondido, venia también el Poder. Debo de confesar que no identifique el poder desde un inicio, de hecho nunca lo vi claramente hasta que ya no lo tenía. Durante ese periodo, recibí desprecio, envidia e incluso traición de algunas otras personas que también tenían puestos directivos estratégicos en la misma empresa. Un aspecto que me llamo siempre la atención era que todas esas personas ganaban más Dinero que yo, en ocasiones, mucho más, sin embargo seguían sintiendo envidia sobre mi puesto. Ah, lo olvidaba, es importante considerar que yo era la única mujer a nivel directivo. Ahora lo veo tan claro!!!. Uno de esos directores, tenía una gran necesidad de demostrar que él tenía el Poder, así que durante años acoso sexualmente a cuanta muchachita trabajara en su dirección. En fin, en ese largo periodo de mi carrera profesional, la cual varios consideraron como exitosa por todos los logros alcanzados, yo viví 3 veces una gran tragedia: Perdí 3 embriones, todos a la 9ª. Semana de gestación, y en el último casi pierdo la vida. Después de miles de estudios, nunca supimos la causa. Todo el Poder que pude llegar a tener, no me sirvió de nada para poder tener un embarazo normal y ser madre… a la madre naturaleza no le importa cuánto Poder tengas.
Hace poco tuve la oportunidad de darme cuenta de cómo la madurez emocional afecta tu vida, tanto cuando no la tienes, como cuanto la tienes.
Hoy soy una emprendedora de varios negocios, doy consultoría y apoyo a pequeñas empresas a encontrar las estrategias comerciales que les permitan lograr sus objetivos. Pero lo que más me gusta hacer y lo que disfruto más es trabajar en mi negocio de Karaoke. Saber que mi trabajo ayuda a las personas a divertirse, a hacer catarsis y liberarse, es algo que me llena de satisfacción. Sé que no voy a hacerme millonaria con ese negocio, pero sé que soy feliz al trabajar en él y que mientras tenga la oportunidad de seguir siendo parte de él, seré muy feliz
Últimamente he sido bendecida con el reencuentro con grandes amigos de la infancia, adolescencia y juventud. La tecnología me ha permitido encontrar a personas que en algún momento compartieron grandes épocas conmigo. Ese es un Poder bien encaminado, PODER Encontrar, Compartir, Reconocer y Convivir. PODER usar mi capacidad de amar y disfrutarla inmensamente.
Así que ahora no busco ni el Poder ni el Dinero. Hoy busco compartir todo lo que se y he aprendido, todo lo que siento, todo lo que construyo. Hoy quiero seguir aprendiendo. Vivo atenta de mis sensaciones, sentimientos y necesidades, y continuamente trato de satisfacerlas correctamente.
¿Quieres un mundo feliz, tranquilo, pacifico, seguro? Empieza por ti.
Hoy Decido ser Feliz. Vivo agradecida por lo que tengo. Amo profundamente a mi esposo, a mi familia y a mis amigos.
En verdad ahora me doy cuenta que eso es lo que tuve desde niña, mi padre no fue rico, sin embargo siempre nos dio lo mejor que él nos podía dar: su amor, su capacidad de ser feliz en cualquier momento, su tiempo, su conocimiento, sus travesuras y sus aventuras. Yo fui una niña orgullosamente feliz. Así que hoy vuelvo a ser una mujer feliz, porque cuento con el Poder de Decidir ser feliz.
Y eso, para mí, es ser exitosa.
1 comentarios:
Dulce, me encanta que compartas tus vivencias y expreses tus sentimientos. Estaré al pendiente de nuevos post!
Mucho éxito en esta etapa de PODER comunicar!
Fabiola
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